Ser REALISTA es reconocer lo que esta pasando en el momento presente, ser honesto e inquebrantable ante la aceptación de la dicha y el sufrimiento.
Ser OPTIMISTA es reconocer que existen las herramientas a nuestro alcance para terminar con el sufrimiento y la violencia.
Al parecer todo se trata de reconocer con honestidad hacia nosotros mismos; nuestro miedo, nuestra confusión y nuestra ira. El miedo no reconocido produce mas miedo, la confusión no aceptada produce más confusión y la ira no confrontada engendra mas ira, poner atención plena al miedo, a la confusión y a la ira les quita poder liberándonos del sufrimiento.
Con la práctica de la atención plena (mindfulness) mediante la concentración en la respiración aprendemos a liberarnos de nuestros condicionamientos mentales que causan sufrimiento, y entre más hábiles seamos para librarnos del sufrimiento mejor podemos organizar nuestras vidas.
Estas cualidades se obtienen mediante la práctica constante de la meditación, no son mágicas, no son un lujo y no son opcionales. El mundo que nos rodea nos lleva al miedo, la confusión y la ira, y es en esos momentos cuando tenemos que recurrir a las herramientas y las cualidades que nos deja la práctica.
La filosofía Budista nos ofrece dos respuestas saludables al sufrimiento del mundo: La compasión puede darnos una tremenda motivación para mejorar las condiciones que crean el sufrimiento en el mundo, y la pasión por la práctica en donde aceptamos que al hacer contacto con la realidad del sufrimiento encontramos la motivación en el optimismo para liberarnos y liberar a los demás.
Resumen de la lectura del libro “Viviendo en el Presente” (Gil Fronsdal)
Me fue muy oportuno esta lectura ya que últimamente me he reconocido estar sufriendo y mediante la práctica me he sentido reconfortada aunque me ha costado más concentrarme
Gracias Dinorah por compartir tu experiencia.