Vivido en la tormenta y la dicha.
Hoy les contaré mi propia experiencia con mi salud; mi sentido de vida lo encontré a través de mi enfermedad, todo lo que padecí y sufrí fue el detonador para ayudar a las personas enfermas y sus familias a transitar por los momentos dolorosos de la enfermedad y la muerte, desde entonces no he dejado de estudiar y prepararme para hacer un trabajo serio y comprometido.
Sin embargo, casi 20 años después olvido que también yo puedo enfermar y hacer un alto para sanar. Durante toda la pandemia tuve la fortuna de hacer todos mis estudios, retiros y prácticas en línea a la par de seguir con mis sesiones de acompañamiento y grupo de meditación. Fue una labor de mas de dos años ininterrumpida y ahora tengo que caminar “paso a pasito”.
Algunas veces el viento viene suave con la brisa, y otras veces, llega arrollador con la tormenta. Aún con mi práctica meditativa he sentido la tormenta en mi cuerpo, esos dolores impresionantes que me traen miedos y recuerdos de dolores antiguos. Sin embargo, me doy cuenta que he avanzado en la sanación de aquel tumor inoperable en mi cerebro. A través de los años, ha disminuido su tamaño de manera importante, esto me ha hecho sentir sorprendida y afortunada, ahora vivo en carne propia lo que significa la frase “encontrando paz y dicha en medio de la tormenta”. En el aquí y el ahora hay que rendirse a lo que es en este momento, otra dolencia.
He entendido y asimilado de lo que se trata estar en el camino de Zen; no es una práctica para buscar ser perfecta y aguantar lo que venga y como venga sin reparar en las emociones y dolencias, la práctica meditativa Zen es sentir al 100% y así poder sanar nuestro ser interno, aceptando lo que es en este momento, y así los vientos llegan suaves con la brisa y una resolana amorosa y compasiva.
Darme tiempo y espacio, practicando paciencia y compasión para mi no ha sido fácil, siempre llegan cuestionamientos y momentos de tristeza y hasta vergüenza en los cuales he tenido que sumergirme sin evadirlos, esto me ha traído aprendizaje y paz. De esto se trata la vida, sentir tu fragilidad y desde ahí te das cuenta que no te rompes, que sales con más fortaleza y sabiduría.
Y así, una día a la vez, renacer en cada inhalación y exhalación pues estamos muriendo a cada segundo y a cada momento.
“Solo este momento, todo esta bien” Thich Nhat Hanh
Julieta Jikai
Maravillosa Gracias por compartir esta experiencia