PARA CONSERVAR EL CALOR
me sostengo el rostro entre las manos.
No, no estoy llorando.
Me sostengo el rostro entre las manos
para calentar mi soledad:
dos manos protegiéndome,
dos manos alimentándome,
dos manos impidiendo
que mi alma se sumerja
en la ira.
Thich Nhat Hanh