En mi experiencia la práctica de la meditación me ha ayudado a mi bienestar físico, emocional y espiritual. He encontrado que mi mejor estado en la vida es estar atenta y despierta a lo que se va presentando en el día a día.
En nuestra línea de vida nos enfrentamos a problemas pequeños y grandes, pérdidas de seres queridos, pérdidas materiales, enfermedades; así como, alegrías, triunfos, satisfacciones y muchas decisiones acertadas o equivocadas en las que tenemos afrontar las consecuencias de las misma. Es aquí en donde la práctica de la meditación nos ayuda a cultivar paciencia, compasión, amor y ecuanimidad ayudándonos a transformar nuestra vida en calma, paz y dicha interior.